La enfermedad periodontal en perros es motivo de consulta habitual en las clínicas veterinarias, es por ello que vamos a escribir unas líneas al respecto.

Es un problema frecuente en animales adultos y su origen es variado, dependiendo del tamaño del perro puede tener más influencia el pH de la saliva o el tipo de alimentación. En los perros pequeños, digamos menos de 10 kg, tiene gran influencia el pH y además es frecuente que ingieran alimentos fuera de su dieta habitual. La enfermedad periodontal comienza por el acúmulo de restos de comida en la boca que favorece la multiplicación de las bacterias, la degradación de los alimentos, la formación de la placa de sarro y la inflamación y posterior degradación de la encía. Esto no es todo, es lo que más se puede observar a simple vista, también se produce una retracción del hueso alveolar, los dientes están menos sujetos e incluso llegan a desprenderse en muchos de los casos o simplemente permanecen gracias a la placa de sarro. Otros efectos que aparecen con el tiempo y la gravedad del problema es el atrapamiento de pelos y materiales que el perro se introduce en la boca al lamerse o al explorar su entorno.

Los signos clínicos más evidentes son el mal olor de la boca, la coloración y la movilidad de algunas piezas dentales. Hay casos muy graves en los que la enfermedad periodontal es tan avanzada que es necesaria la extracción de múltiples piezas dentales.

Las soluciones a este problema médico está al alcance de cualquiera. La herramienta más importante es la prevención ya que está enfocada a evitar que la enfermedad periodontal alcance una fase avanzada e irreversible. La prevención consiste en: higiene bucal periódica con pasta de dientes, colutorios para mantener al mínimo la cantidad de bacterias bucales junto con el uso de productos que modifican el pH de la saliva y hacen que la misma sirva para disminuir la carga bacteriana de la boca y reduzca su mal olor. 

Los casos más avanzados requieren de la intervención veterinaria. Es preciso el estudio del caso en particular y decidir el tratamiento más apropiado para cada caso. Las intervenciones más típicas son el tratamiento médico, la limpieza de boca bajo anestesia general o incluso la extración dental.