Extracción de canino con caries

15 MAYO 2017

Se presenta en consulta un cocker spaniel de 12 años de edad con molestias en la boca, dolor, muy mal aliento y cierto rechazo a la comida. En la exploración se detecta que tiene sarro y que le afecta a casi todas las piezas dentarias. En el caso del canino en cuestión el problema estaba agravado por la gran retracción de la encia, era un canino de la arcada superior. La zona del labio que cubría el diente estaba irritada, dolorosa y presentaba una llaga. La cantidad de sarro en esta pieza era superior al resto de las piezas dentarias y manifestaba mucho dolor en dicha zona. Otro de los motivos de la visita era el exceso de salivación  y como en todos los casos de sarro el olor nauseabundo. Todo el cuadro estaba complementado por un papiloma que afectaba al labio inferior en el mismo lado del colmillo protagonista del cuadro.

Tras plantear el caso a los propietarios y valorar los riesgos, éstos decidieron no intervenir al paciente e intentar un tratamiento médico con antiinflamatorios y antibióticos. Tras unos días y observar que la mejoría no era suficiente, más bien pobre y que el cuadro no remitía, los propietarios decidieron que hicieramos la limpieza de boca correspondiente, exeresis del papiloma y según como estuviera dicho canino, tomar las decisiones quirúrgicas al respecto in situ de la extracción de la pieza dental afectada. 

Tras la limpieza de boca observamos que el canino presentaba un defecto grande en el 90% del espacio ocupado por el sarro, había una caries de grandes dimensiones con importante perdida de esmalte y dentina, llegando incluso a la cavidad dental, sin afectar el lado palatino del diente. tras este hallazgo y la gran dimensión de la carries decidimos extraer el colmillo, tratando de evitar que se produjera una comunicación oro-nasal y la menor destrucción posible del hueso maxilar. Tras la extraccíón de la pieza dentaria salvamos el defecto con mucosa procedente del labio. 

Después de 6 días tras la intervención, el perro está contento, come, no presenta signos de dolor y la mucosa que cubre el defecto del canino presenta un aspecto excelente. Además de no presentar más la halitosis tan marcada.